Cuando la excepción te da la razón.

[you know you're gonna live thru the rain...]


De todos los defectos humanos, si hay uno que verdaderamente aborrezco, es ese egoísmo que surge como fruto de las frustraciones propias, deseos y anhelos íntimos que se sienten inalcanzables, y que nos hacen creer tener el soberano derecho de amargarle la vida a los demás con nuestros gruñidos. 


Ciertamente y modestia a parte, no me gustaría incluirme en ese plural mayestático que acabo de usar, porque, entre otras cosas, me esfuerzo a conciencia para mejorar mi forma de tratar a las personas a través del control de los impulsos y hasta de mis propios sentimientos, dejando toda mi porquería mental para mí o para alguien que algún día se aburra y quiera escuchar objetivamente, sin el afán de protagonismo que implicaría el sentirse aludido por lo que quiera que esté diciendo. Pero en fin, como nadie es perfecto y hay días y hay días, voy a meterme en el saco.

Hablando en cristiano, 



me molesta que la gente sea borde

y más aún si yo no lo soy con ellos. Sé que automáticamente es fácil que se venga a la mente eso de "no esperes nada de nadie" o eso de "haz bien y no mires a quien", pero cuando uno se esfuerza por crecer como persona y ve que hay ciertas personas que no lo valoran, la esperanza en un mundo mejor se desvanece. 

También sé que no es fácil lidiar con los problemas que trae la vida en el pack, pero ya está bien, cojotes (sí, con te), que son dos días y es más fácil soltar una vez todo lo que nos fastidia que estar mil veces maldiciendo o de mal genio, con la cara de perro gruñón, considerándonos tan sumamente importantes e inteligentes como para creer firmemente que la película que nos estamos creando en la cabeza (frecuentemente fruto de esas conclusiones precipitadas y malpensadas que los humanos sabemos sacar muy bien) es la pura realidad. O lo que es peor, estimando que somos unos pobres desgraciados que se han convertido en gente antipática por culpa de los demás. 

Los demás, siempre los demás... Quienes quiera que sean, siempre son los responsables de todo. 

Pasemos al otro extremo de la película. ¿No os ha ocurrido alguna vez, que observáis ciertos comportamientos comunes en la gente, que acaban causando ese quebradero de cabeza muy tendente a ser entendido como una extraña y absurda manía persecutoria? A mí por ejemplo en ocasiones me ocurre que me invade la sensación de tener una capa de invisibilidad; y entonces los comportamientos humanos en cuestión sólo logro entenderlos de dos formas: una de dos, o es que todo el mundo tiene un mal día, o es que yo no inspiro la suficiente confianza y simpatía como para merecer unas palabras amables y cercanas. Es esa típica situación en la que algo o alguien nos importa tan poco tan poco, que no somos capaces de ver que, por alguna razón, alguien nos ha escogido a nosotros y no a otra persona para alguna cuestión. No sé qué pensáis, pero para mí, éste es el culmen de la arrogancia y la autosuficiencia humana. 

Hay momentos en los que contaminamos nuestra mente de tal forma que llegamos a cuestionarnos si realmente somos los culpables de las formas que esa parte de "los demás" se gastan con nosotros. Surgen así preguntas idiotas como "¿habré dicho algo malo? ¿soy un pesado de mierda? ¿no estoy a la altura intelectual/personal y por eso no me merezco ser atendido y tratado como un igual? ¿será que todo el mundo tiene algo mejor que hacer que dirigirse a mí de forma agradable y yo les estoy haciendo perder el tiempo?". Detesto estas preguntas; de hecho, me causan una especie de mezcla de repulsión y ternura. Porque de entre todas las cosas que nos parten el corazón, hay una que me causa la mayor de las impotencias: la falta de empatía. 

Empatía no es "sí, yo entiendo cómo te sientes". Empatía es "puede que algún día yo me pueda sentir así". 

Sin embargo, en ocasiones, de repente, la vida nos sorprende y nos pone en el camino a personas que nos rescatan de ese pozo de culpabilidad por el que empezábamos a caer. Gente que escucha, que ayuda, que siempre tiene buenos modos y buenas palabras para nosotros. Así... el mundo se nos antoja tal y como sabemos que debería ser... Y quizá no estemos cubiertos por una capa de invisibilidad; quizá no hemos hecho nada malo; quizá no somos unos pesados de mierda, quizá estamos a la altura, quizá nos merecemos ser atendidos y tratados como un igual y seguramente esa persona tenga algo mejor que hacer que dirigirse a nosotros en ese momento, pero lo hace. 

Y es ahí cuando la excepción que representan... me da la razón. 

Por las excepciones del mundo... como diría Michael, God bless you.

Keep the faith.


[Sometimes I wait forever
To stand out in the rain
So no one sees me cryin'
Trying to wash away the pain]







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