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"Don't give up".

Hay personas que poseen una cualidad a la que aún no consigo poner un nombre que la defina adecuadamente. Esa cualidad es algo fuerte, tan fuerte, que es como un buen perfume que funciona tan bien con el PH de tu piel que no deja de olerse en ningún momento. 


Pero, como todos sabemos, ese tipo de perfumes, al ser tan intensos, causan muchas reacciones. Hay gente que se deja embriagar por el aroma, sabiendo reconocer cuándo un olor es bueno o no. Hay gente que considera que ese olor es demasiado fuerte para ellos, y prefieren no olerlo. Y hay gente que es capaz de vivir respirando ese olor, acostumbrándose tanto a él, que son capaces de estar medía vida sin acordarse de que lo están oliendo.

Si ese perfume pudiese tener nombre, como ya he dicho, no sabría decantarme por uno con total decisión. Quizá "bondad" entrase en la lista de nombres candidatos como el más adecuado, pero ¿quién llama "bondad" a un perfume que le gusta mucho? 

Sea como sea, me gustaría deciros cómo es esa cualidad. Quien posee esa cualidad no posee cualquier cosa: es un arma de doble filo. Por un lado, esa cualidad te hace una persona sensata, y esto quiere decir que te hace ser capaz de ver las cosas tal y como son, desnudas, sin implicación, y por tanto, sabes qué es bueno y qué no es tan bueno. Por otro lado, esa cualidad también te hace ser generoso, y esto quiere decir que te hace ser capaz de dar sin importarte si recibes algo a cambio, sólo por el puro placer de ayudar (máxima que así dicha suena muy católica pero nada que ver con la generosidad natural a la que yo me refiero). Esta cualidad también engloba la empatía y la sensibilidad, capacidades para comprender cómo se sienten las personas sin necesidad de esperar a sentirse como ellas se estén sintiendo en un momento determinado. De todas ellas, hay una que para mí es la más importante: la sonrisa. Sí, ese gesto con el que a menudo dejas ver todos tus dientes (y en mi caso también las encías…mecachis!). La sonrisa es para mí un poder infravalorado. ¿Qué hay mejor que merecerte la sonrisa de alguien? Para mí no hay mejor suerte.

Como veis, llevo un rato intentándolo y no termino de conseguirlo. Es imposible describir a mi madre.

Mi madre tiene ese perfume, un perfume que a veces llega a ser tan bueno que hay gente que, en lugar de preguntarle cómo o dónde lo ha podido conseguir, (porque en el fondo les gustaría tenerlo), prefieren poner caras gruñonas y cambiar la etiqueta del frasco, aprovechando los momentos de flaqueza en los que ella sale a la calle y ha olvidado volver a pulverizarse la piel. 

Opino que la vida puede mirarse con dos catalejos diferentes. Un buen amigo me dijo que son prismas, que pueden tener los cristales más limpios o más sucios. Siguiendo esta alegoría, creo que podemos observar las cosas desde un agujerito muy pequeño que no deja ver muchas cosas, o desde uno grande, que deja ver casi todo. Hay gente que, cuando está usando su catalejo grande, de repente descubre un defecto en aquello que está enfocando. Ese defecto puede ser un punto negro entre millones de puntos de colores, pero las personas insistimos en verlo de cerca. En ese momento, hay quien decide enfocarlo con el catalejo pequeño, para ver sólo ese defectito. Y acaban obsesionándose con este pobre enfoque, acostumbrándose a ver la vida y las cosas en general buscando ese pequeño punto negro, en lugar de valorar y disfrutar el gran abanico de puntos de colores. Es cuestión de elegir. 

Mi madre no es perfecta, pero sí es especial. Puede tener algunos puntitos negros, como todos nosotros, pero es una de las personas con más colores que he visto en mi vida, a pesar de que el color negro ha estado demasiado presente en su vida. 

Por eso, cuando alguien me dice que mi perfume huele muy bien, sonrío con su imagen en la cabeza, porque me acuerdo de que fue ella quien me lo regaló.

¡Feliz cumple, mamá!






[...wherever I am, I'll come running... to see you again]


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