Por supuesto.




[...somewhere...over the rainbow...]



Por supuesto, no todo siempre sería un camino iluminado por mi flamante e invisible arco iris...


Cuando una persona intenta encerrar en lo más hondo de sí misma parte de su propia esencia, algo en su areté (virtud) se va apagando. Al fin y al cabo, no siempre es posible eliminar un defecto sin llevarte por delante pequeños resquicios de la mucha o poca fortaleza que puedas poseer. Lo difícil es hacer que no se te note. 


Y eso me está ocurriendo a mí. ¿Cómo iba yo a saber que un escudo más grande se paga con billetes de vulnerabilidad? ¡Qué paradoja! 


Al fin y al cabo, quizá este disco duro empiece a sentir su reciente formateo. Y pese a la inseguridad que provoca siempre el avanzar hacia lo desconocido, mis pies, mi cuerpo entero, hace tiempo que caminan hacia delante, con determinación, con el orgullo propio de una cicatriz que quiere gritar que hace ya mucho que dejó de ser una herida. La mente aún resiste, mas la conquista es inminente: el ego se asoma, casi victorioso. Quizá este escudo sea el más apropiado ante la vida. Quizá el ego deba estar ahí, en primera fila, constantemente en vilo, en alerta, mostrando que puede ser poderoso e inquebrantable. El problema es que si alguien deja suelta a aquella parte que fue encerrada, quizá la luz de la verdad mostraría la frágil naturaleza del nuevo ser. 


Pero no. No quiero volver atrás. Quiero ser como él fue. Quiero ser fuerte. Quiero proteger mis continuas ganas de ver mi arco iris brillar. Encerraré esta debilidad romántica y sólo la sacaré a paseo antes de que llegue el alba... mientras tanto, he de prometerme a mí misma que soy yo quien lleva las riendas de mi estado anímico, que soy yo quien creó este escudo para no dejarme pisotear jamás, que soy yo quien controla su autoestima...






[...don't let the sun go down on me...]

Comentarios

Entradas populares de este blog

A ratos...

Jeroglíficos de cumpleaños.

23 + 30